Exhaló
su último aliento de vida y, por un instante, el frío de su cuerpo se apoderó
del mío. Aún puedo sentir la sacudida que recorrió mi espalda cuando solté su
mano fría. Quizá no terminéis de creer en mis palabras, pero, os aseguro, que
todo lo que escribo es cierto, tan cierto como que mi ama abandonó este mundo
hace tan sólo una semana.
Si
afirmo que no confiaba en encontrar nada en aquel secreter mentiría, pues ya
había sido advertida, cuando entré como criada de doña María, que cualquier
cosa sería posible bajo su estancia. Estoy segura de que de no haber sido
impulsada por la codicia, no habría entrado a trabajar en aquella casa, sin
embargo, tan suculento negocio, a pesar de los riesgos y consecuencias que este
podría acarrearme, fue lo que me sedujo para obviar toda clase de adversidad.
Las dificultades formaban parte del juego o, al menos, así lo vi yo desde mi
perspectiva egoísta. Pero no os atormentaré con una relación de mis propios
errores, que sé que a ninguno de todos vosotros os interesan, y entraré en el
relato de cada detalle de todo aquello que mi ama me contó, a modo de
confesión, en lo que sería su último lecho.
Desde
el primer día que entré a trabajar en su casa, cada noche, requería de
presencia alrededor de las tres de la madrugada. Solía insistir en que a esa
hora la congoja le cortaba el sueño y que era el único momento del día en el
que sentía la necesidad de arrepentirse de sus pecados, tanto de los presentes
como de los pasados, aunque, cuando clareaba el día, retiraba toda muestra de
contrición y, a carcajadas, se reía de su propia debilidad.
-¿Arrepentirme?
¡Nunca! –Gritaba a la madrugada hacia el vacío de la habitación que parecía
repetir sus palabras convertidas en verdaderas sentencias de vida.
Aquella
noche no dejaba de ser una más de aquellas noches que precisaba ahuyentar el
horror de la conciencia, sin embargo, me sorprendió, al entrar en la
habitación, encontrar a mi ama que ya se había levantado y, sentada en una
mecedora, permanecía inmóvil, con la mirada perdida hacia uno de los resquicios
de la contraventana, como si estuviese a la espera de ver algo o a alguien.
Con
un gesto me indicó que me sentase en una silla, cerca de ella, y con voz
profunda me pidió que le jurase que guardaría el secreto de todo lo que me
contase aquella noche mientras ella estuviese viva. Aquel juramento, que podría
haber sido extravagante para más de uno, no guardaba nada de particular frente
a las múltiples promesas por escrito que me vi obligada a firmarle desde el
primer día cuando entré a su servicio.
-Voy
a contarte mi vida. –Me dijo con una enigmática sonrisa en los labios. –Presta
mucha atención porque esta noche desmentiré muchos bulos que se han contado
sobre mí, aunque debo confesar que algunos yo misma los he alimentado para
ocultar la verdad, no obstante, el imaginario colectivo también ha contribuido
a que otros embustes se expandiesen más que las consecuencias de algunos de mis
actos.
CONTINUARÁ...
Moltes gràcies, Paqui.
ResponderEliminarM'ha agradat moltíssim. I com m'encanta la intriga, m'has deixat amb la mèl en la boca :)
Molt ben descrit i a més a més pareix un guió d'una pel·lícula de Hitchcock.
Esperant la continuació ...
Besets.
Susi,
Eliminarsempre tan atenta. He tingut una setmana complicada i el relat s'ha quedat pendent, peró continuarà. Promés!!! Moltes gràcies per llegir i comentar els meus relats. Besets.
Hola Francisca, tus dotes para la narrativa me encantan y pienso que destacas en ello, así que te animo a seguir por aquí y que nos regales joyitas como estas.
ResponderEliminarEnhorabuena, preciosa.
Enga, un besote.
Querida Mari Carmen,
Eliminartu alegría y simpatía son maravillosas. Muchas gracias por tus ánimos y cariño. Terminaré este relato, que quiero que sea de terror, con la mayor de las ilusiones y es que lo leáis vosotros, mis queridas amigas. Un abrazo y gracias por estar ahí.
HOla Francisca, me has dejado enganchadisima. Deseando conocer la confesión de este personaje tan peculiar. Muchos besos :D
ResponderEliminarHola Margarita
EliminarIntentaré terminar el relato, pero me gusta presentarlo algo más 'cocinado' y éste estaba algo crudo para dejarlo suelto. Muchas gracias por el interés. Un abrazo.
¿Más, por favor?
ResponderEliminarSí, continuará! Gracias.
EliminarQuerida tu relato me deja con una viva curiosidad.. seguimos?
ResponderEliminarUn abrazo.
Suni,
EliminarClaro que seguiré, pero un poco de intriga siempre anima, no?
Un abrazo
hola! en nuestros viajes aterrizamos al reves, empezamos el relato por la continuacion pero todo vale porque eres muy cristalina al escribir , gracias saludosbuhos!
ResponderEliminarPerdón amigas, las cosas surgen a veces de cabeza desordenada. Espero les haya gustado. Besos
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