En más de una ocasión mi padre me ha
contado que nunca olvidará la primera fotografía que le hicieron ¿por qué? muy
sencillo porque no sabía que ocurría dentro de aquel decorado en el que lo
habían colocado. He observado varias veces la fotografía y es cierto, mi padre
tiene cara de asustado, aunque lo más increíble es la raqueta de tenis que
empuña. Nunca practicó ese deporte. No tenía tiempo.
* * *
Mi padre siempre recordó con lástima su fotografía de la Comunión. Unos
meses antes de que tomase la comunión, otro niño debía tomarla, pero su madre
no podía comprarle el traje. A mi abuela todo le daba lástima y se lo prestó,
pero lo que no sospechaba era que lo iba a ensuciar tanto como para tener que
limpiarlo en la tintorería. Ya se sabe que las telas de aquella época no
soportaban todos los tratamientos y encogió o bien, también contribuyó la edad
de crecimiento de un niño, lo cierto es que mi padre nunca sabrá cual es la
causa de que en la fotografía, le falten más de tres dedos de manga y lo mismo
del largo de pantalón. Por lo menos queda el consuelo de que el traje tuvo
multiusos.
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