Si os digo que el pasado domingo tuve la
visita de “la inefable” seguro que pensáis que se trata de mi vecina sorda.
Quizá sea el mejor calificativo que la defina.
Como es habitual en ella,
llamó con fuertes timbrazos, y, al abrirle la puerta, preguntó, a voz en grito,
su pregunta favorita:
-¿Os he despertado?
Esta vez, no me enfadé,
no conseguía nada, al contrario, bromeé al contestarle:
-Mire
sí, los domingos suelo dormir.
Me
ha mirado y se ha reído de mi ocurrencia. Por fin ha comprendido que bromeaba.
Intentar
hacer un resumen de su divagación es complicado, por no decir imposible, pues
constituiría una tarea ardua el conectar las frases inconexas que suelta. Con
el torrente de palabras que emite entra y sale de distintos temas con gran
facilidad y eso dificulta la tarea de cualquier seguimiento. Entre sus temas recurrentes se encuentra el
estado de la ciudad en la que vivimos, aunque no es el único de la cotidianidad,
pues una y otra vez hace una incidencia en lo pervertida que anda la juventud,
hoy en día, el miedo que le da que su nieta mayor, de dieciocho años ya, pueda
quedarse embarazada sin pasar por la vicaría, y, la falta de responsabilidad de
todos lo que ostentan el poder; así podría enumerar un sinfín de temas más que
pasan por su boca y que, al fin y al cabo, resumiré en dos que son: Lo importante
que es no perder la memoria para morirse y la poca gracia que le hace Mónica
Oltra. Parece que no tengan relación ambos, pero, según ella, sí que la hay,
pues, la memoria es necesaria para morirse en paz y la otra, la cuestión
política local, es decisiva porque rige la vida cotidiana y la encargada de
administrarla no viste bien, pues, según mi vecina sorda, no le corresponde
disfrutar del poder conseguido con el mero hecho de lucir camisetas en las Cortes.
No
entraré en detalles, pues daría para escribir un tratado sobre la mentalidad de
los valencianos del postfranquismo. Mi vecina sorda es una gran representante
de ese sentir. Ni que decir tiene que no es la única, como ella hay más de las
que os imagináis.
Su
visita dominical se alargó, pues ya había comido, por eso, decidí invitarle a
un café y a un trozo de tarta recién hecha. Lo primero lo rechazó, sin embargo,
lo segundo, lo tomó con sumo gusto.
-¿La
has hecho tú? –Tras engullir el primer bocado continuó interrogándome. –Además de
hacer repostería ¿también sabes cocinar?
No
tuve tiempo de contestar, pues, ella misma aseveró:
-Es
una lástima que no te hayas casado. En fin, no sé qué decirte si estás mejor
así o peor que mis hijas. Mi mayor ya se ha divorciado dos veces, aunque, estoy
segura que volverá a buscar marido porque ella no quiere estar sin pareja.
Ante
tal disertación opté por callarme y dejar que se expresase con libertad, cosa
que a mí nunca me deja hacer. Tras terminar el pedazo de tarta que, muy
gustosamente le ofrecí, decidió que la visita se alargaba y, a modo de
despedida, dijo:
-Bueno
¿y qué os parece la muerte de Rita? A esa mujer yo sé lo que le ha pasado y es
que el propio partido la ha matado de un disgusto y, luego, la prensa la ha
rematado.
Curioso,
pensé, porque, según ella, Rita murió dos veces.
Ese
fue el final de su conversación y, esta vez, conseguí que no opinase sobre mis
plantas y la posible falta de riego, aunque quizá se deba a la gran cantidad de
agua que ha caído.
Paqui, m'encanta el teu sentit de l'humor parlant de la "veïna sorda". No té desperdici, gens. Ni les seues opinions sobre tu o sobre qualsevol tema ni les polítiques. Té molta sort de tindre't de veïna i de que sigues tan bona i pacient.
ResponderEliminar¡Bones festes!
La meua veïna sorda és tot un personatge que pot fer-te perdre els nervis o, per contra, traure la paciència que ignoraves que tenies. En la seua última visita la seua principal preocupació era la seua pèrdua de memòria, però a qui no li preocupa caure en l'oblit?
ResponderEliminarGràcies per llegir i comentar els meus relats.
Bones festes per a tu i la teua família.
Gràcies a tu per compartir-los. M'encanten.
EliminarEspere que hageu passat unes bones festes.
El mateix et desitge Susi. Molts besets.
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