Una escritora se
enfrenta al papel en blanco. Pretende recuperar unos personajes a los que, ella
misma, fue descubriendo en una novela anterior. Se trataba de una compañía de
teatro dirigida por un misterioso primer actor y director. La compañía actuaba
en un teatro de Madrid con mucho éxito, pero, por un escándalo personal de la
primera actriz, se ven obligados a viajar, por media España. Se dirigen a Santander
donde parten, rumbo a América. La acción transcurría en 1928, durante la
dictadura del general Primo de Rivera.
En la siguiente novela
la compañía ha vuelto a España. Es 1934. No todos los personajes han
regresado del viaje, aunque sí los principales, es decir, Enrique Darqués, el
director de la compañía, Edelmiro Bartha, su hombre de confianza, el matrimonio
de actores Miguel Máñez y Carlota Planes además de Carmen Caballero, la actriz
amante de Darqués. Les resulta complicado encontrar un teatro donde poder
montar una de sus obras. En la ciudad hay muchos disturbios debido al creciente
malestar social y falta de trabajo. Al fin consiguen un teatro, se trata del teatro
Ruzafa. Junto con el autor teatral valenciano: Fausto Hernández Casajuana se
preparan para estrenar una obra de gran espectáculo. Hay un escenógrafo
argentino, Rodolfo, que prepara una misteriosa mano para la representación.
Todo parece ir bien salvo que tres niños fugitivos: Andreu Masobrer, Batiste
Sistella y una niña llamada Librada, furtivamente entran en el teatro. Cuando son
descubiertos los niños confiesan que se han fugado de la Inclusa y la niña de
sus amos: el profesor Ares y Miss Zakara, su esposa. Estos actores de magia
aparecen reclamando a la niña. Lo hacen acompañados de su mascota, un guepardo
llamado Rorró. Darqués hace de intermediario entre los desaprensivos amos y la
niña consiguiendo que se queden, los tres, en la compañía.
A pesar de la
estabilidad que ganan, Andreu siente inquietud porque quiere ver a su madre
quien vive en los poblados marítimos de Valencia. Una noche un ladrón asalta la
pensión donde se encuentran alojados y roba unos gemelos que llevan grabado el
sello de una misteriosa Hermandad a la que pertenece Darqués. Esa misma noche Andreu
huye para poder llegar al mar, sin embargo, no lo consigue porque es testigo de
un robo perpetrado por el ladrón Aurelio Retall, un sanguinario ladrón y
asesino que, a pesar de ser cercado por la policía, huye. Bartha le ayuda a
escapar porque él también había salido de la pensión pero en busca de
información y ayuda de su amiga Adela Margot, una monologuista valenciana que,
durante las primeras décadas del siglo XX tuvo mucho éxito e influencia, pero
ahora regenta un salón de poca monta. Esa noche todos regresan a la pensión y
al día siguiente, mientras hacen una prueba de decorados, Batiste, sin querer
rompe los dedos de la mano que el escenógrafo prepara.
CONTINUARÁ
hola! hermoso relato. merece ser un libro independiente esta historia! te debemos y lo hacemos agradecidos por mil, al acercarnos el comentario sobre el musical de rebecca!!!!nos puso la piel de gallina, y te volvemos a agradecer! en esos detalles, como en tu escritura se refleja la persona que eres! un enorme saludobuho, gracias por tu calidad de persona que sos!
ResponderEliminarHola buhitas: cuánto me alegro de que estéis por este blog revoloteando. Las aventuras de estos niños, inspirada en unos niños que conocí cuando ya tenían más de ochenta años intentan mostrar que no hemos cambiado tanto como creemos. Muchas gracias a vosotras por hablar de Rebeca una obra maestra. Celebro que os haya gustado tanto el musical. Un beso.
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