Decía Miguel de Unamuno que con el paso del tiempo le gustaba, cada vez más, hablar de su pueblo, de sus gentes, de sus tierras, de su forma de vida, de lo que esperan de lo que no encuentran.
Creo que tenía toda la razón del mundo. Debo de estar haciéndome vieja porque cada vez me gusta más hablar de mi pueblo, de sus campos abandonados, de sus caminos desaliñados, de lo que pudo ser...
Mi pueblo es un camino solitario, desdibujado hacia no se sabe qué progreso.
Mi pueblo es un surco rectilíneo, trazado sobre una tierra dura, espesa y negruzca en la que el agua de riego deja su huella.
Mi pueblo es una contradicción. El hábil agricultor ha hecho que el
agua corra por los surcos y que no moje la parte superior para evitar la
podredumbre del semillero. La tierra seca toma ese color blanquecino
que protege el cuello del cebollín. Ahora la cultivan unos marroquíes. El pasado ha regresado para finalizar la tarea iniciada hace tanto tiempo.
Mi pueblo es un campo yermo donde, alguna vez, creció un cultivo que alimentó a sus labriegos.
Miro los campos y los caminos de mi pueblo el que tanto he amado y sigo amando y me pregunto dónde está. Quizá la respuesta es sencilla. Mi pueblo se encuentra allá donde yo estoy.
Muy certera, me encanta tu entrada tan sentida como filisófa.
ResponderEliminar¡Cuántas verdades encierras en ellas !
Enhorabuena.
Me encanta tu blog.
Un besito, guapetona.
Querida Mari Carmen lo primero agradecerte tus palabras de cariño. Me alegra tanto saber que lees mis relatos que eso me anima a seguir escribiéndolos. Las fotos son de los campos de mi pueblo que era agrícola y ahora dormita abandonado.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu simpatía. Un abrazo.
hola! de visita de nuevo, nos encanta tus palabras y tus fotos sobre todos porque son reales dices. saludosbuhos y te esperamos algun dia de visita!
ResponderEliminarHola Sabri y Pitu o buhitas, muchas gracias por vuestras cariñosas palabras. Las fotos son de mi pueblo. Me alegra que os gusten. Me asomo a vuestros muros, pero soy bastante torpe con el Google plus. Gracias por vuestra lectura y comentarios. Un abrazo amigas.
ResponderEliminarEl cariño a tu pueblo no debe desaparecer nunca, aunque los campos no los trabajen los autónomos y los cultiven los marroquies. Me quedo con la curiosidad donde está tu pueblo Un abrazo
ResponderEliminarQuerida MariaDel Carmen:
ResponderEliminarGracias a los marroquíes y unos cuantos labradores que trabajan casi por a amor a la tierra aún se cultivan algunos campos. Mi pueblo, como todos los pueblos, tuvo su auge y ahora su declive. Mi pueblo es como todos y como ninguno.
Muchas gracias por leer mis relatos y comentarlos. Un abrazo.
hola!gracias por pasar por la morada nos hace muy felices, en verdad. abrazosbuhos.
ResponderEliminarGracias a vosotras lectoras empedernidas. Un abrazo.
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