Y erase una vez una niña que andaba preocupada por
conocer dónde nacían las palabras. Se lo había preguntado tantas veces a sus
padres que éstos ya no sabían a qué atenerse con esa duda que ella les exponía.
-Las palabras forman parte de nuestra vida. -Le había
intentado explicar su padre.
-Sí, claro, pero ellas aparecen y rompen el silencio. –Le
contestó la niña. -Y éste se marcha a ese país que se llama el olvido.
Contestaciones de este tipo preocupaban a sus padres, pues
ellos no encontraban las palabras adecuadas para explicar la duda que su hija
les mostraba.
Aquella duda sobre el lugar de donde proceden las
palabras comenzó a preocupar a sus padres también y, un día, tras meditarlo
mucho, su madre halló la respuesta adecuada.
-Las palabras están atrapadas en los diccionarios. -Le
explicó su madre. -Si vas a buscarlas allí las encontrarás todas ordenadas y
uniformadas como si fuesen un pequeño ejército que espera entrar en acción
cuando las extraen de sus filas. Si alguna vez las ves desordenadas y colocadas
sin sentido se debe a que ellas son revoltosas y vivaces, pues desean es
moverse libres por nuestras cabezas.
Aquella respuesta pareció gustarle a la niña que se
durmió complacida imaginando como las palabras flotaban sobre las cabezas de
todos. Y esa noche tuvo un sueño compuesto con las palabras más bonitas del
mundo. Ellas brotaban una detrás de otras. Al día siguiente se levantó tan
contenta que ya no volvió a preocuparse por el origen de las palabras, pues a
partir de ese instante, lo único que le preocupaba era encontrar las adecuadas para
poder expresarse.
hola! que fantastico don tienes , el de contagiar de cosas bellas todo lo que escribes, esas magia es de las palabras, gracias por compartirla, abrazosbuhos.
ResponderEliminarHola amigas,
Eliminarlas palabras se vuelven caprichosas y, a veces, se escapan del papel como si fuesen peces que huyen de quien quiere poseerlos. Muchas gracias por sus cariñosos comentarios. Un abrazo amigas.
Muy bonito cuento para leerlo y para contarlo. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias María del Carmen por visitar mi blog. Es un placer verte por aquí. Un abrazo
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