Esta
fotografía no es nada de lo que aparenta. La joven de luto sólo tiene
17 años. Viste de negro porque ha fallecido su madre. El niño que tiene
sentado sobre sus rodillas es su hermanito más pequeño. La cara de
tristeza del bebé refleja la situación de la madre ausente.
Podéis
pensar que me lo estoy inventando, pero no, no es ese el caso. Tanto la
jovencita avejentada como el bebé triste eran los hermanos de mi abuela
paterna. Ella, Paquita, era la hija mayor y murió de fiebres tifoideas y
él, el bebé Tonet, murió al poco tiempo también.
Hola Francisca, no sé si me recuerdas, soy seguidora tuya desde hace mucho. Dejé de verte por mi primer blog, se había vuento muy lento entrar para comentar, quise arregalrlo y no pude, además perdí la actiividad de los comentarios, por lo que acabo de abrir uno nuevo que marcha estupendamente, te dejo el enlace:
ResponderEliminarhttps://ginesfranconettihavuelto.blogspot.com
La historia impacta y mucho, siempre me gustó lo bien dotada que estás para elaborar relatos, interesante este.
Un fuerte abrazo.
Hola Mari Carmen
ResponderEliminarEs una alegría saber de ti. Hace mucho que no tengo noticias de tu blog. Indícame tu nueva dirección y me haré seguidora de tu blog. Muchas gracias por leer y comentar mi relato. Un abrazo.
PONDRÉ LETRAS MÁS GRANDECITAS, TE DEJO MI NUEVO BLOG:
ResponderEliminarhttps://ginesfranconettihavuelto.blogspot.com
ESTARÉ ENCANTADA DE RECIBIRTE.
bESOS.
Allí estoy Mari Carmen. Un placer leerte.
EliminarUn abrazo
Fabulosa, muy entrañable como siempre.
ResponderEliminarUn placer leerte, saludosbuhos!!!
Muchas gracias Búho. Son fotos que he descubierto hace muy poco y me han impresionado mucho. Muchas gracias por tu visita a mi blog. Un abrazo.
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