sábado, 1 de diciembre de 2012

MIEDO A LO DESCONOCIDO

Es humano sentir miedo. Es humano creer que somos el centro del universo. Es humano errar. Es humano rectificar.

En 1982 se estrenó una película mítica que hablaba de la fragilidad de la humanidad, de la mendacidad de aquellos que se llamaban personas y que, en cambio, no dudaban en "retirar" a un semejante aunque no fuese humano.

Blade runner
En un futuro hipotético, unos seres llamados replicantes, se encargarían de sembrar las dudas entre los habitantes de un mundo gris y lluvioso donde su población viviría acosada por la soledad de la individualidad.
Esos replicantes que habían sido fabricados a semejanza de sus creadores, es decir, los hombres, ahora buscaban respuestas. Su rebeldía les llevaba a preguntarse de dónde venían, hacia dónde iban sus recuerdos cuando ellos desaparecían, cuánto tiempo les quedaría para seguir viviendo... Todas aquellas preguntas que cualquier persona se haría y nunca dejará de hacerse mientras nos quede un soplo de aliento.

Han pasado treinta años desde que se estrenó esta película y las palabras del replicante díscolo resuenan en nuestros oídos: "todo aquello se perderá como lágrimas en la lluvia"





Vivimos el final de muchas cosas. Muestra sociedad se desmorona entre las ineptitudes políticas y la condescendencia de los que la soportan. Cada día se encuentran nuestros valores, como sociedad, más relegados a la voluntad de la oligarquía gobernante.
La noticia del día es que las pensiones no se van a revalorizar al ritmo de nuestra maltrecha economía, además el gobierno, con toda impunidad, recurre a tomar todos los recursos económicos almacenados para sufragar sus ineptitudes.
¿Hacia dónde vamos? ¿Tendremos futuro? ¿Hacia dónde nos llevará esta crisis de valores que nos quieren implantar?
Nada es seguro y todo es cierto. Nada se puede predecir y todo se sabe.
Desde mi punto de vista, hay que tomar una determinación para perder ese miedo a lo desconocido que tanto nos caracteriza y buscar el medio correcto para superar esta destrucción que nos infringimos.
Yo también quiero ser una replicante.

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