La Cadena Ser ha
dado publicidad a la noticia al acuerdo que se pactó, este verano de 2014,
entre Francia y Estados Unidos. Se anunciaba que el país galo 'compensará' a
las víctimas del Holocausto nazi, residentes en los Estados Unidos, con la nada
despreciable cifra de 60 millones de dólares. En mi opinión creo que esta
indemnización llega tarde y mal, casi se podría calificar como una especie de
soborno. Creo que es tarde porque hasta 2011 el gobierno francés no reconoció
su parte de culpa por haber permitido el tránsito de prisioneros hacia los
campos de concentración nazis. Creo que mal porque
la resistencia francesa también actuó en las líneas de ferrocarriles siempre
que pudo para impedir ese tránsito y con este escaso acto, quedan excluidas del
merecido reconocimiento. A modo de soborno porque, en realidad, lo que
pretende, el gobierno galo, es conseguir el suculento contrato del tren de alta
velocidad norteamericano, se enmascara una operación comercial con la vitola de
la restauración moral.
Me pregunto con cuánto tendrían que indemnizar a los
españoles los países que permitieron que entre 1936 y 1939 tuviese lugar una
guerra fratricida, contra un gobierno legítimo como el que se había instaurado
en España en este momento. Me sigo preguntando cuánto dinero tendrían que
aportar, los gobiernos europeos para restablecer las familias fracturadas por
la miseria de la guerra, separadas por la injusticia, por el odio y el rencor
acumulado. Me pregunto cuánto tendrán que aportar todos los que así callan y
vuelven la mirada para no asumir su parte de culpa.
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