Es noviembre y la ciudad se vuelve gris, por eso me gusta volver a aquellos sitios que más cosas me dicen.
Hoy he vuelto al portal de Valldigna (1400).
Tras una época
de abandono y deterioro, el portal tiene, actualmente, este aspecto. Era la puerta sin candado que
separaba a la Valencia mora de la cristiana. Un portal sin portón una cultura
abierta a cualquier paso del tiempo. Su nombre, prestado de la casona
colindante, daba permiso para entrar y para pasar sin ser visto ni notado. Más
tarde, en 1474 albergó, junto a su paso, la imprenta que imprimió el primer
libro de la Península: Les obres o trobes davall scrites les quals tracten
de lahors de la sacratíssima Verge Maria (Trobes en Llaors de la Verge Maria).
Un poco de historia en un rinconcito de mi ciudad.
El portal de Valldigna (Valencia) ©Francisca Ferrer
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.