El estreno cinematográfico de hoy es una
nueva versión de Ben-Hur. Según anuncian es una versión dinamizada y abreviada
para los nuevos públicos de este siglo XXI. El cine siempre tiende a revisar
sus clásicos. Quienes lo hacen dicen que es con intención de
mejorarlos y
actualizarlos, aunque el resultado no siempre es así.
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Fotografías de la versión fílmica de 1915 |
La novela decimonónica de Lewis Wallace
resultó atractiva, desde los inicios del cine, para ser llevada a la pantalla.
Hay varias versiones, desde 1915 hasta la actual de 2016, pero ¿y en el teatro?
¿alguien se atrevería ha llevarla a un escenario? Por supuesto que sí lo hubo.
El actor, director y empresario Enrique Rambal (188?-1956) fue el quien lo
efectuó.
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Versión cinematográfica de 1925 protagonizada por Ramón Novarro. |
En el mes de julio de 1948, tras haber
cosechado un gran éxito con la adaptación de la novela de Daphne du Mourier:
Rebeca y tras dos años sin actuar en los teatros madrileños, estrenó su versión
dramática de la novela de Wallace en el teatro Fontalba. El texto lo adaptó Amalio Garí y fue interpretado, en sus principales personajes, por él mismo y
sus hijos Enrique y Enriqueta. La versión escénica tenía trece cuadros. Según el crítico, el director de la obra, es decir, Enrique Rambal,
lo había supeditado todo a la grandilocuencia del vestuario y la tramoya de una
puesta en escena sorprendente y con nombre propio, cuya definición tenía adjetivo propio: rambalesca.
Con el paso del tiempo se transforman las formas de
entender el teatro, el cine y su recepción, sin embargo hubo un momento en el
que Ben-Hur fue teatro y lo demás son cuentos ¿no?
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