martes, 16 de agosto de 2016

VENDEDORES AMBULANTES: MELONES A RAJA Y CATA


"Aquí está el tío de los melones, nenas ¿no queréis comprar mis melones?"
A principios de verano es la cantinela que se escucha. Cuando los
pueblos eran pueblos el que más o el que menos tenía una pequeña huerta, los melones no se compraban sino que se recogían de la propia cosecha. Los tiempos cambian con tanta velocidad que no somos conscientes de esos pequeños cambios que dicen si avanzamos o no aunque tampoco se sabe si el avance es hacia lo peor.
El vendedor de melones suele llegar con su furgoneta hasta la esquina de la calle. Se anuncia con el megáfono al grito de: "Aquí está el melonero,  nena estamos ofreciéndote los mejores melones manchegos. De piel de sapo, directos de las huertas manchegas. Si no tienes dinero te lo fío.  A raja y cata, nena, ¿te lo vas a perder?
El vendedor es un muy avezado con la venta de todo tipo de hortalizas. Siempre ofrece sus productos con el gracejo de su forma de expresarse tan natural. ¿Quién no cae en la tentación de comprarle uno aunque no le haga falta?


2 comentarios:

  1. Cuanto hecho yo esos vendedores, ahora hay que ir al supermercado y lo eliges tu, Yo casi nunca acierto y los compro verdes o sin sabor. Un abrazo

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  2. Por aquí aún vienen y forman parte del colorido del verano. Gracias por leer y comentar mi relato breve.

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